A Juanito le encanta mirar la Luna y quisiera poder tocarla para saber si es fría, tibia o caliente. Hace muchos intentos, pero la Luna está tan alta que no es fácil llegar a ella. Por suerte, una noche pasa un pájaro rojo con las alas del color del fuego, uno de esos pájaros que van hasta la Luna.
Un cuento mágico y breve de Graciela Montes